domingo, 3 de abril de 2011

Chile, la vendimia marca el fin del verano.

Una verdadera fiesta.

Parronales Viña Casa Silva. San Fernando 2011. Foto de Anabella

Terminando el verano, culminan las labores agrícolas de la “temporada alta”. Van quedando atrás las cosechas de toneladas de frutas y verduras; que crecen en estas generosas tierras y hacen del país un productor privilegiado que exporta más de la mitad de lo sembrado. Los meses veraniegos serán fuente de recuerdos y anécdotas para la gente del campo que durante los llamados “meses azules” revivirá sus por menores al calor del fogón casero.

Pasaron ya las fiestas costumbristas en todas las regiones. Cada lugar durante el verano le saca provecho a “su producto estrella” y de paso arma su propia fiesta; de modo de mostrar y difundir su comuna o localidad. Los pequeños productores, las organizaciones comunitarias y algunos “afuerinos” en ellas exponen y venden sus productos, a cuanto ávido veraneante se le ponga por delante. ¡Hay clientes para todo!

En el recuerdo quedaran curantos sureños, cocimientos, caldillos, asados, la fiesta del cabrito de Ovalle, las trillas, y un sin número de fiestas comunitarias. Cada vez más, apoyadas o coproducidas por los municipios locales. También pasaron las fiestas “privadas” de los “packing”, esos donde se acopia y embala todo lo que irá para fuera, “para la exportación”. En ellos frecuentemente culmina la temporada laboral con un gran asado, y hasta elección de la reina del “packing”. 

La última gran fiesta de la temporada es la vendimia. Toda una tradición, ya que acá hay viñedos desde tiempos inmemoriales. Eso sí la cosa se ha ido modernizando, y ya no se celebra solo en la respectiva viña, como cuando de verdad se pisaba toda la uva. Hace unos años e impulsada por la industria viñatera, estas fiestas de la vendimia han tomado otra cara, acorde a los tiempos modernos que corren. Son más masivas y confluyen varias empresas del rubro, municipios y otros organismos locales y regionales. Se arma una gran fiesta, uniendo todos los esfuerzos. El provecho, será para todos. 

Una pincelada del pasado.


Antes de la cosecha. Foto de Anabella.

Cuenta nuestra historia que los antepasados aristocráticos de los viñedos chilenos, corresponden a las primeras cepas hispánicas introducidas en esta tierras. “Vitis destivalis y Vitis rotundifolia”, que antes habían llegado al Perú procedentes de las Islas Canarias.
Ya en 1551 se comían uvas en Santiago del Nuevo Extremo como lo consigna don Eugenio Pereira, que agrega que los mostos chilenos circulaban con profusión en cachos de buey, botijas y cueros. No existían las copas especiales para cada vino, como se viene usando ahora.

Parronales Uva País en Portezuelo, época de poda 2010. Foto de Anabella

Han pasado muchos años desde esos tiempos y no me detendré a relatar la historia del vino, ya que para eso hay textos buenísimos en los que podrán saciar la curiosidad; siempre que el tema les interese. Vamos a visitar una reciente fiesta de la vendimia.

La fiesta de la vendimia en San Fernando, Marzo 2011.

Fiesta vendimia Sn Fernando. Marzo 2010 Foto de José Luis Salazar.

Vendimias hay en muchos puntos de Chile, los parronales se encuentran de norte a sur; unos de uva de mesa, otras pisqueras y cada vez más de uvas para elaborar variedades de vinos, desde el común de mesa a los más sofisticados.

Alguna vez hace años, fui testigo de vendimias a la antigua, con su consiguiente fiesta. Esta vez acompañé a varios periodistas especializados, de distintos medios “en papel” y digitales por una invitación de una agencia de medios, que trabaja con viñas y asociación de viñateros; los padres de “elíxires” de las uvas del valle de Colchagua.


Acto inaugural. Foto de Anabella.

Viñas y variedades de vinos, presentes. Foto de Anabella.


El vino convoca la fiesta, en ella se unen distintas viñas agrupadas en su propia organización. El gobierno local, municipio y autoridades que representan a la zona; todos presentes. Y como no, si esta industria mueve la región. Además de los buenos resultados de trabajar coordinados -visible en esta fiesta-, en los discursos inaugurales dieron cuenta de temas importantes que van preocupando a la industria del vino y que tendrán un impacto positivo: el cuidado medio ambiental, la responsabilidad social, la huella de carbono.

Plaza San Fernando. Marzo 2011. Foto de Anabella.

Mi mirada a esta multitudinaria fiesta no será la de conocedora de cepas, vinos y cosechas. Si no, destacando y compartiendo algunas de las muestras en torno a la gastronomía y producción local. Vino y comida, o viceversa son “el maridaje perfecto”, una cosa lleva a la otra.
La fiesta de la Vendimia, en la plaza de San Fernando, de una u otra forma permitió echar una mirada la oferta culinaria local, ad hoc con esta celebración.


San Fernando. Marzo 2011. Foto de Anabella.

Desde tempranito y mientras se sucedían discursos en el acto inaugural, ya se preparaban las parrillas. En el campo no hay fiesta sin asado.


Conejo a la parrilla. San Fernado. Foto de Anabella.

A la parrilla con brasas van a dar, todos tipo de carnes posibles de encontrar en la zona, en este caso se trata de presas de conejo. Que a nivel rural local habitualmente es consumido además en estofados, escabeches y recientemente supe que también frito. Su carne sabrosa y nada grasa.


¿Una innovación? Carne a la Piedra. Foto de Anabella.

El ingenio de la gente, suele asombrar. Quien sabe como se le ocurrió la idea de armar una “parrilla” con unas enormes piedras tipo laja. Quizá fue mera ocurrencia, o sabía que en la época pre colombina los pueblos originarios cocinaban con piedras calientes y se puso manos a la obra.

Al calor de la parrilla, anticuchos. Foto de Anabella.

La mayoría de los asados y anticuchos estaba preparados a carbón, hacia el interior aún hay la costumbre de hacer carbón en unos enormes hornos de barro, es algo que se hace desde que la gente tiene memoria y quizá desde antes. Tema que da para otro comentario relativo al cuidado de la biodiversidad y los recursos naturales, de estas localidades. Que no haré esta vez.

Asando en la Plaza Sn Fernando. Foto de Anabella.

Presentes también técnicas de asado utilizadas en el extremo sur y países vecinos; usando leña. Lo que no vi (pero puede haber estado) fueron “discadas”, o carnes al disco, que se preparan utilizando los discos de los arados, con fuego abajo.



Muchas parrilas en fila. Foto de Anabella

Otras parrillas, más forma de asar. Carne al palo”, otra de las antiguas técnicas para hacer asado. Este era un verdadero tren de parrillas; había que alimentar a mucha gente que se paseaba por la plaza.

El desucibrimiento ahumador/asador. Foto de Anabella.

Otra muestra de ingenio y creatividad, que fue expuesta a raíz de esta enorme fiesta de la vendimia. Una singular combinación de dos tradiciones antiguas. El ahumador y el horno de tarro. Dos “artefactos” característicos que perduran en el campo. Siendo utilizados hasta el día de hoy en la preparación y conservación de alimentos.

Asador/ahumador. Foto de Anabella.

Este señor, se “inspiró” –por lo que dijo- en la cápsula de rescate de los mineros en el norte y armó su propia versión (diseño) para ahumar al mismo tiempo que se asan unos grandes y apetitosos trozos de costillar de chancho , longanizas y otros cortes de carne.

En plena labor... foto de Anabella.

El resultado no alcanzamos a probarlo, pero estoy segura que en los kioscos de las viñas; debe haber habido más de un vino que “maridaba” a la perfección con esta maravilla, que olía a manjar divino.

Charqui, en la Plaza de San Fernando. Foto de Anabella.

En otros puestos alrededor de la plaza, otra muestra de cómo conservar carne por largos periodos, deliciosos charquis de vacuno y cordero cuya historia se remonta también a nuestro pasado.

Cartel en Fiesta de la Vendimia, plaza S Fernando. Foto de Anabella.


Presentes estaban también los infaltables “choripanes”, longaniza o chorizo adentro de un trozo de pan. Y si va con pebre encima, ya hablamos de otra cosa, una tradición nacional.

Tortilla y churrascas. Foto de Anabella.

Si de panes se trata, del campo y de los hornos a leña panes amasados, tortillas de o al rescoldo y las consabidas churrascas tan sacadoras de apuro; cuando hay brazas y se quiere hacer un pan rápido.


Panes. Foto de Anabella.

La panadería, últimamente se ha influenciado con preparaciones que nos van llegando de otras latitudes, cunden las amasanderías en las que se integran harinas y recetas de otras tradiciones, que se van sumando a las nuestras con la llegada de otras influencias culturales, traídas por inmigrantes y ahora último vía imágenes en la TV. Y sus programas de cocina.


El avecinado, en Plaza San Fernando. Foto de Anabella.

Para muestra un botón, también presente en esta chilenisima fiesta de la vendimia,

Tortilla. Foto de Anabella.

Pero regresemos a lo más característico, otro pan habitual acá es el que denominan “tauca” más al sur y es la misma masa que la de las tortillas de rescoldo, pero preparada al horno.

Pebre. Foto de Anabella.

Panes que siempre saben más ricos en estas ocasiones, si van con pebre o chanco en piedra.

O con una buena tajada de arrollado huaso. Foto de Anabella

Lo que no podía faltar, unas deliciosas sopaipillas. Foto de Anabella.

Empanadas. Foto de Anabella.

Y las clásicas empanadas, cuyos rellenos han ido incrementando en variedad a medida que pasan los años; ya no solo hay las de pino y de queso; o de diversos mariscos. Se han sumado entre otras; vegetarianas de verduras y queso, o estas de pollo y choclo “pochoclo”, también existen con pino de cochayuyo solo o con queso.
Más pebre. Foto de Anabella.

Y para algo que amerite un poco más de producción y esmero, como era el cóctel de inauguración de este evento. Empanaditas de coctel, sopaipillas y pebre; que estaban a la altura del acontecimiento.

Empanaditas cóctel. Foto Anabella.

Una versión “fina” también para lucir y acompañar tan buenos vinos resultaron estas otras mini empanaditas con rellenos de champiñón/queso.

Rellenas con charqui. Foto de Anabella.

Y esta variedad, con relleno en base a charqui y fritas.

El somelier, con su atuendo. Foto de Anabella.

Y para que vean que en la fiesta de la vendimia, el vino es la estrella. Un somelier -en este caso de una viña en particular- nos explicaba y aconsejaba acerca de los vinos y sus características.

Vinos en la Plaza. Fotos de Anabella.

Había mucho donde regodearse, todos vinos del valle Muy bien presentados y descritos por cada viña.

Y todas iban a ser reinas. Foto de Anabella.

No hay fiesta sin reina, aquí las candidatas de este año.

Dulces chilenos. Foto de Anabella.

Para ir de cerrando este vistazo a nuestras tradiciones, “el postre”. Entre lo que se pudo ver en los kioscos, duces chilenos y mote con huesillos.

El mote y los huesillos. Foto de Anabella.

Chupallas Colchaguinas. Foto de Anabella.

Fin


Reflexiones finales, me ronda la pregunta de si los organizadores tendrían conciencia que además de haber montado muy una buena muestra de vinos locales y fomentar el conocimiento del valle, sabrían la riqueza alcanzada en cuanto a las técnicas de los asados expuestas. Quizá sin mucha conciencia “tiraron a la parrilla” años de historia y maneras de preparar carnes en nuestro país. Este sería un tema a trabajar y perfeccionar con las comunidades durante “los meses azules”. Temáticas que junto al rescate de las comidas locales, serían un plus y un aporte si se toman desde temas planteados como el medioambiental y la RSE. Por mi parte definitivamente debo aprender de vinos.