sábado, 7 de mayo de 2011

Historias con sabor: las recetas de mi mamá.

Caminando hace unos días, empecé a fijarme que las vitrinas de los negocios se estaban llenando de ofertas y propaganda, para que l@s hij@s nos acordáramos que había que irse aperando de “regalito” porque el domingo 8 de mayo, en Chile se celebra “El día de la madre”, en realidad el segundo domingo de mayo. 

Eso me hizo recordar tantas conversaciones con mi mamá, acerca de esa fecha. Yo insistiendo que me cargaba el giro comercial que habían ido tomando con el paso de los años, los días de la madre; y ella acordándose de que antes era distinto. Incluso tenía guardados en algún cajón, algunos “cachureos” entre los que se encontraban dibujos, tarjetas y otras cosas que su hija (yo) le había regalado alguna vez… típicas cosas que uno descubre en los cambios de casa. 

Para ser sincera yo ni me acordaba de muchas de esas cosas.

Con esos pensamientos en mente, se me ocurrió hacer alguna cosa en ese sentido y como mi mamá era “capa” en la cocina (cocinaba excelente), pensé en recordarla a través de alguna de sus comidas.

Pero no llegué hasta allí, ¡no! … aproveché los contactos hechos gracias a este blog, con otras y otros blogueros, invitándolos a hacer algo en conjunto en ese sentido.

Me puse manos al teclado y aún estoy sorprendida de lo que ha resultado: un homenaje colectivo, o “festejo” grupal, o como escribió otra de las blogueras "un bloguerazo" a nuestras madres . 

Nuestro regalo, darle valor o valorar sus “saberes” de mamá. Rescatando del olvido, preservando y compartiendo los conocimientos de nuestras madres en esto de las comidas. Alimentación más sana y natural que la actual.


Mi mamá “lola” Foto de cuando se venía a Chile.

Para empezar el homenaje a las mamás, vía la deliciosa cocina de la mía –y para que no se sorprendan- porque esta vez no hay cuentos, historias ni recetas de pura “Cocina Chilena” (bueno, un poquito de rebote). Tendré que partir por decir que Susana; mi mamá realmente se llamaba Zsuzsanna, porque era Húngara.

Llegó a Chile salida del colegio, o sea ya grandecita y en “edad de merecer” como dicen acá por el campo. Ella nació en Budapest, la capital de Hungría. Para la época fue harto viajada. Siguiendo a mis abuelos deambuló por Venezuela y por algún país Caribeño, ahí la mandaron de vuelta interna a Europa a hacer sus estudios secundarios. Eso en Viena. Finalmente llegó a Chile, donde mis abuelos terminaron instalándose.

Con tanta ida y vuelta y siguiendo el dicho de que “las vueltas son las que dejan”, hay que decir que tanto viaje –cosa no fácil en esos tiempos (porque eran semanas y semanas en barco) - le dejó un montón de aprendizajes, entre los que se incluyen tradiciones, historias, cuentos, por supuesto recetas y comidas muy distintas. Cada una de ellas representativa de alguna época o lugar por el que anduvo.

Chile, el país que la terminó acogiendo y donde se casó (con otro húngaro venido de Transilvania). Cuento esto porque marcó también la cocina de mi casa; ya que mi mamá se esmeraba en hacer platos, que eran característicos de la zona donde creció mi papá siguiendo sus descripciones o “instrucciones” –para ser franca, el no tenía idea de cocinar-. 

Siempre que digo el lugar de procedencia de mi papá, surgen chistes sobre el posible parentesco con el conde Drácula. Según el no existió, siempre dijo que era un invento el personaje aquel. Pero, por mi parte siempre he pensado que algo hay… ya que me encantan las prietas y los asados de vuelta y vuelta incluso el ñachi, aunque esas no fueran preparaciones que se pudieran encontrar en la cocina de mi mamá. ¡Jamás!

No, en mi casa se comía definitivamente distinto a las casas de mis amigas y compañeros del colegio...

No lo van a creer, pero crecí comiendo una preparación húngara que tal vez “les suene”. Me puse a buscar en internet la receta para encontrar alguna foto y dejar documentada con una imagen de que se trata. Porque las anotaciones de mi mamá en unos cuadernos bien llenos de manchas de tanto estar en la cocina, obviamente no tienen fotos y el único recetario en ese idioma que heredé, es tan antiguo que tampoco tiene fotos. Para leer húngaro, me tomo mi tiempo ya que soy analfabeta en ese idioma endemoniado. Junto letras, como cuando aprendía a leer en castellano cuando chica.

Vamos al grano con la primera receta de esas que hacía mi mamá, que quiero compartir. Esta va, eso sí en húngaro para que se hagan la idea de lo complicado del tema. Después la explico. 

A continuación como no me quiero demorar días, la copio de internet en vez del cuaderno: http://mirelle.freeblog.hu/archives/2008/02/18/Emlekforgacsok/, es gracioso ya que el nombre que le puso esta bloguera húngara; traducido sería algo así como “forgacs del recuerdo”, justo lo que yo trato de hacer “recordar la cocina de mi mamá”. 

Los forgacs son una masa dulce, frita. Como para “once” (hora del té, en chile) y si quiere, de postre. Ahora cuando intentaba leer la introducción que hace esta bloguera, veo que dice que andaba tras esta receta que había probado en un restaurante Belga, pero en Hungría (quizá ese puede ser el origen real de la receta).

Csörögefánk 

8 dkg vaj/ margarin (eso es clarito!!! mantequilla o margarina)
35 dkg finomliszt (harina fina, sin polvos de hornear)
8 dkg cukor (azúcar)
1 csomag vaníliás cukor (1 paquetito de azúcar aromatizada con vainilla) *
5 tojássárgája (yemas)
2 evőkanál tejföl (cucharadas de crema de leche).
1 evőkanál rum (2 cucharadas de ron)
1 1/2 l olaj ( 1 ½ -creo dice- litro de aceite)
porcukor (azúcar en polvo, impalpable), esto es para espolvorear al servir.

A vajat megolvasztom. Hagyom kihűlni. A lisztet átszitálom, a tojásokat felütöm (a fehérjékre van egy-két receptem, majd azokat is megírom), összekeverem a hozzávalókat és egy órára bedugom a tésztát a hűtőbe. Lisztezett deszkára borítom a tésztát, kinyújtom, derelyevágóval 8x5 centis téglalapokra vágom. A lapokat középen bemetszem, majd a tésztám egyik végét átbújtatom a lyukon.
Az olajat felmelegítem, de nem hagyom, hogy túl forró legyen. Középbarnára sütöm, papírszalvétás tálcára szedem és azonnal megporcukrozom.
Lekvárral tálalom. 

Y como en las películas, aquí vienen las letritas en un idioma que uno si entiende…
Se disuelve la mantequilla y se deja enfriar, se agrega harina… y mejor no sigo, les dejo la foto del mismo blog para que les quede clarito que se hace con la masa.


Foto del blog la cocina de mirelle en
http://mirelle.freeblog.hu/archives/2008/02/18/Emlekforgacsok/

No, no es broma!!! Y yo, que crecí convencida que mi mamá había aprendido acá a hacer los “Calzones Rotos”, que también comía en casas de mis amigas. (Ya había hablado algo de esto acá… http://cocinartechile.blogspot.com/2008/03/recetas-de-chile-conocidas-no-tanto-y.html).

Sigamos recordando la cocina de mamá, y esos aromas inolvidables… más de la cocina Magyar o “Magyar konyha”, ¿qué más típico que su goulash? –Si eso sí que es húngaro-. 

Aunque en Chile, es bien conocido y hasta lo he visto servido en restaurantes, casinos y en casas de personas que nunca pasaron por Hungría.


http://www.facebook.com/pages/Magyar-Guly%C3%A1sleves-Hungarian-Goulash/141013085921325?sk=info

Las recetas húngaras (escritas) más antiguas de goulash, se remontan a 1909 -en un libro que en castellano se llamaría- “Verdadera cocina Magyar: libro de cocina de Seged” (Seged es un lugar). La historia completa de este plato, y en castellano la pueden encontrar en:

EL GOULASH: DEL CALDERO DE LOS VAQUEROS A LA MESA BURGUESA .

Esta preparación que se remonta a la Edad Media, tiene sus raíces en los “rodeos” o viajes con ganado desde las planicies de pastoreo; hacia los reinos vecinos, Austria, Alemania e Italia. Los que arreaban estos animales eran sus “huasos”, “gulyás” en el idioma magyar (húngaro).
Ese guiso que preparaban en calderos durante sus largas travesías, consistía en carne de vacuno cortado en trozos, sazonada con cebolla y ablandada o cocinada en su jugo. La carne de los animales recién sacrificados, era muy dura, por lo que la ablandaban cocinándola a fuego muy lento cuando hacían “campamento” y se detenían.


http://www.ifood.tv/photos

Harto después, en el siglo XVI con la invasión turca; ellos introdujeron el pimentón en Hungría. Y… la misma preparación anterior, el cocimiento de cebolla y carne a fuego lento comenzó a ser sazonada con “paprika” (pimentón). Esa es la génesis del guiso típico Húngaro el “Goulash”.
Disculpen, pero no puedo dejar pasar el párrafo que sigue sin copiarlo textual, es que me parece tan útil para la reflexión sobre nuestras comidas chilenas y todo por el Goulash… y las comidas que preparaba mi mamá (que también hago).

“En la segunda mitad del siglo XIX, con el nacimiento del sentimiento nacional en toda Europa, también los húngaros (al igual que franceses, italianos y otros) decidieron destacar todo lo que los caracterizaba, entre otros, sus comidas típicas regionales y el "goulash" fue elevado a la categoría de una comida ciudadana. Desde entonces esta comida es, para todo el mundo, el plato distintivo de la cocina magyar”.

De: http://www.mausiweb.com/espanol/recetas-curiosidades-y-mas/historias-con-sabor/241-el-goulash-del-caldero-de-los-vaqueros-a-la-mesa-.html


http://www.sibaritia.com/blog/2009/11/15/goulash-marcado-a-fuego-por-un-zinfandel/

Posteriormente han ido surgiendo “nuevas versiones del mentado plato húngaro

"Goulash a la Szeged" ("Gulyáshús szegediesen")
la traducción literal es carne de goulash al estilo de Szeged.
Libro de cocina La Tía Rézi (Igazi Magyar Konyha: Szegedi Szakácskönyv, novena edición; Budapest 1909).

Que se hace, cortando carnes de vacuno en pequeños cubos: que se ponen en caldero al fuego, agregando agua solo para cubrir la carne. Cuando hierve, se le agrega cebolla picada, sal y una cucharada de pimentón dulce o paprika. Revolver cada cierto tiempo y dejar a fuego leeento unas tres horas. El jugo se evapora y la carne queda tierna y braseada en su jugo (recuerden que se cocinaba a leña o carbón!).

"Goulash de las llanuras" ("Puszta pörkölt")
Pörkölt creo es “guiso” la receta bien parecida a la anterior, la diferencia es que se dora la cebolla en grasa de chancho al comienzo.
En un caldero ya sobre el fuego y caliente, se dora la cebolla picada fina en grasa de cerdo (no se usaba aceite). Se agregar una cuchara de pimentón dulce el paprika, se mezcla rápidamente revolviendo (si no el pimentón queda agrio), se agrega la carne cortada en pequeños cubos y se agrega sal a gusto. Tapar la olla y dejar cocinar a fuego leeeento tres horas, Eso sí antes se le han agregado unas papas peladas y trozadas para que se cocinen a último minuto sin desarmarse. (http://hungarian-food.hungaryguide.info/ ).


Goulash con noquerli. http://www.taringa.net/posts/recetas-y-cocina/3046196/Goulash-con-spaeztle_MUY-rico-para-el-frio.html
Otra forma de acompañar estos guisos de carne con paprika, es en vez de papas preparar unos “ñoquis”, pero estos son con harina, no papa, no sémola. Solo harina, huevo, leche o agua y sal.
Se llaman algo así como ñoquerli, los alemanes, vieneses y seguramente otros lugares cercanos los denominan “spatzle”. Son fáciles, rápidos y sacadores de apuro, eso si, mejor tener el aparatito especial para hacerlos. Es como un rallador de esos gruesos, pero se usa por el revés. Y Se le deja caer la masa no muy líquida, pasándola por esta maquinita y dejándolas caer al agua hirviendo con sal, solo hasta que floten. En casa mis hijos les hacen rechupete.
Podría seguir eternamente contándoles de estas recetas con “sabor a cariño de mamá”, pero hay demasiados post para revisar, visite los blogs que están en la misma, recordando a las mamás y su cocina. Felicidades a las mamás!

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Ecos a esta celebracion bloguera "Dia de la madre" las puede ver acá:








Si se de otras ... las agrego.

Ha sido un lindo día de la madre desde los blogs.